15.6.04

En la vida de Santa Catalina de Siena

Hechos de María en la historia de Santa Catalina de Siena

En la fiesta de la Anunciación en el año 1347 nació en Siena, "la ciudad de la Virgen", una joven de un atractivo extraordinario y de una gran fuerza de voluntad. En solo 33 años de santidad heroica vivió, sufrió y murió por el Cuerpo Místico de su Amado Señor. Esta alma extraordinaria es conocida en la historia como Santa Catalina de Siena, una de las mas grandes de la Iglesia, y una de las mas fascinantes.

Catalina fue tan inmensamente devota a su Salvador que El fue el centro de todas sus muchas experiencias místicas. Pero veremos como la santa, tenia una muy tierna, amorosa y confiada relación con la Virgen Santísima, y en un número significante de eventos en su vida, fue en la Madre de Dios donde buscó su refugio, o fue la Virgen la que vino en su ayuda.

Confianza y amor a la Virgen María
Desde niña, empezó a orar a la Reina de Siena, y a menudo se le oía rezar el Ave María bajando las escaleras de su casa. Un día cuando tenía 6 años de edad y mientras caminaba por las calles de Siena con su hermano, elevó su mirada y de repente vio en el sobre el techo de la Iglesia de San. Domingo, al Rey de Reyes sobre un espléndido trono, vestido como el Papa con su corona Papal; y con el estaban San. Pedro, San. Pablo y San Juan. Jesús mirando con ternura a Catalina, despacio y solemnemente la bendijo, haciendo tres veces la señal de la Cruz sobre ella con su mano derecha, como lo hace un obispo.

Desde ese momento Catalina dejó de ser una niña, se enamoró profundamente de su amado Salvador.

El año siguiente, ante un cuadro de Nuestra Señora, se ofreció al Señor que la había bendecido. En este momento tan crucial oró a la Virgen: "¡Santísima Virgen, no mires mi debilidad, sino dame la gracia de tener como esposo a aquel a quién yo amo con toda mi alma, tu Santísimo Hijo, Nuestro Único Señor, Jesucristo! Le prometo a El a ti, que nunca tendré otro esposo".

Cuando Catalina tenía doce años, su familia quería obligarla a contraer matrimonio. Ella, después de consultar con un sacerdote dominico acerca de su voto de castidad y como defenderlo ante esta amenaza, se cortó el pelo, como señal de haber ¨cortado¨ con el mundo. Sus padres hacían todo lo posible por impedir que ella tuviera tiempo de oración y soledad. La pusieron a trabajar a toda hora, tratándola muy mal, como sirviente de la familia. Catalina humildemente aceptó este rechazo de su familia, y actuaba como si estuviese en la casa de Nazaret, tomando como a su única madre a la Virgen Santísima.

Recibe el hábito de la tercera orden dominica
En la noche anterior a su profesión en la orden, después de pasar por una severa prueba en la cual el demonio se le apareció como un caballero muy guapo y elegante y le ofreció un traje de seda con joyas brillantes, Catalina se tiró sobre el crucifijo y gritó: "¡Mi único, mi amado esposo, Tu sabes que jamás he deseado a nadie mas que a ti. Ven en mi ayuda, mi amado Salvador!".

De pronto, frente a Catalina estaba la Madre de Dios, teniendo en sus manos un traje de oro , y con su voz suave y tierna, la Virgen le dijo: "Este vestido, hija mía, lo he traído del corazón de mi Hijo. Estaba escondido en la herida de su costado como en una canasta de oro, y te lo hice con mis propias manos." Entonces con ferviente amor y humildad, Catalina inclinó su cabeza, mientras la Virgen le imponía este vestido celestial".

Durante tres años después de recibir el hábito, Catalina vivió, en la santa soledad de su pequeño cuarto y en su capilla favorita. Allí pasó un entrenamiento estricto basado en la auto-negación y desarrollo espiritual bajo la dirección personal de Cristo y de su Madre. No hablaba sino con Dios, la Virgen y su confesor.

Severos ataques del demonio
La serpiente, viendo su vida angelical, la asaltaba buscando destruir su virtud. Llenaba su imaginación con las mas sucias representaciones y asaltaba su corazón con las mas bajas y humillantes tentaciones. Después su alma quedaba en una nube de oscuridad, las mas severa prueba imaginable. Se veía a si misma cientos de veces al borde del precipicio, pero siempre sostenida por una mano invisible. Sus armas eran la oración ferviente, la humildad, resignación y confianza en Dios. Así venció las pruebas que sirvieron mucho para purificar su corazón. Nuestro Señor la visitó después y ella le dijo: "¿Dónde estabas, mi divino Esposo, mientras yo yacía en tan temible condición de abandono?". Jesús le contestó: "Estaba contigo". "¡¿Cómo?! -replicó ella- ¡¿entre las sucias abominaciones en que infectaban mi alma?!. El le dice "Eran desagradables y sumamente dolorosas para ti. Este conflicto, por lo tanto, fue tu mérito, y la victoria sobre ellas, fue debido a mi presencia."

Nupcias con Jesús
Un día jueves después de que Catalina había orado todo el día con extraordinaria fe, Nuestro Señor se le apareció y le dijo: "Ya que por amor a Mi has renunciado a todos los gozos terrenales y deseas gozarte solo en Mi, he resuelto solemnemente celebrar Mi esposorio contigo y tomarte como mi esposa en la fe".

Mientras el Señor hablaba, aparecieron muchos ángeles, su Santísima Madre, San Juan, San Pablo y Sto. Domingo (ella era de su orden). Y mientras el Rey David tocaba una dulce música en su arpa, nuestra amorosa Madre tomó la mano de Catalina y la puso en la mano de su Hijo. Entonces Jesús, puso un anillo de oro en el dedo de Catalina, y dijo: "Yo, tu creador y Salvador, te acepto como esposa y te concedo una fe firme que nunca fallara.. Nada temas. Te he puesto el escudo de la fe y prevalecerás sobre todos tus enemigos".

Guía de papas y pobres.
Con la fortaleza recibida del Señor, Catalina continuó creciendo en su fervor y efectividad en el apostolado, primero entre la gente de Siena, luego en Pisa, en Florencia, y eventualmente en las ciudades Papales de Avignón y Roma. Catalina fue atrayendo a un grupo de devotos amigos. Todos sus discursos, acciones y hasta su silencio inducía al amor a la virtud. Según el papa Pío II, nadie se acercó a ella que no se fuera mejor.

Estableció una inspiradora correspondencia que alcanzó seis volúmenes. Comenzaba todas sus cartas con estas palabras: "En el nombre de Jesucristo Crucificado y de la dulce María".

Intercede por un condenado a muerte
Como Catalina dedicaba toda su vida enteramente al servicio del Crucificado y de su dulce Madre, ésta a menudo venía en su auxilio. En ocasiones en que Catalina tenía entre manos la conversión de un endurecido pecador, se dirigía con confianza a la Madre de Misericordia. A través de la Virgen Santísima logró la gracia de la resignación y de la paz para un joven condenado a la decapitación y pudo estar con el hasta el final.

"Esperé por el en el lugar de la ejecución, esperé en oración continua y en la presencia de María y antes que el llegase, puse mi cabeza sobre el ladrillo y oré suplicándole al cielo, repitiendo: "¡María!". Quería obtener la gracia de que ella, en el último momento, le diera luz y paz. Y María no me defraudó".

El mayor de los milagros posiblemente fue su paciencia ante los severos ataques y reproches aun de personas desagradecidas que ella había beneficiado con sus servicios. Así fue el caso de una mujer leprosa a quién todos habían abandonado y que Catalina cuidó con esmero. Su cuidado continuó igual a pesar de los insultos de la mujer. Atendió a otra mujer cancerosa. Por mucho tiempo Catalina vencía su natural desagrado y chupaba y vestía sus llagas. Esta sin embargo publicó contra Catalina las calumnias mas infames, las que fueron secundadas por una hermana del convento. Catalina sufrió en silencio la persecución violenta. y continuó con afecto sus servicios hasta que con su paciencia y oración obtuvo de Dios la conversión de ambas.

El Dialogo de Santa Catalina de Siena
Fue en el "día de María", como Catalina llamaba al sábado, que empezó a escribir su famoso "Dialogo", un tratado inspirado sobre las virtudes cristianas.

La Virgen le da un confesor
Catalina había orado por muchísimo tiempo para conseguir un buen confesor y director espiritual. Ella, como todos los santos, comprendía la importancia de ser guiada por un santo pastor de almas. Un día, durante la misa en la iglesia dominica de Santa María Novella, en Florencia, le pareció a la santa que la Virgen estaba de pie a su lado y le indicaba un sacerdote para que fuera su guía: el Padre Raimundo de Capua. Este se convirtió en el director espiritual de Catalina. Después de muchos años de una relación muy fructífera, le llamó: "mi Padre y mi hijo, quién mi dulce Madre María me regaló". El por su parte creció mucho espiritualmente gracias a la inspiración de la santa y llegó a ser beatificado.

Inspira el retorno del papado a Roma
En 1375 Florencia, Perugia, una gran parte de la región Toscana de Italia y hasta de los Estados Pontificios, entraron en liga contra la Santa Sede. El corazón de Catalina, que tres años antes había profetizado estos eventos, se traspasó de dolor. Por sus oraciones y esfuerzos, muchas ciudades, entre ellas Arezzo, Lucca y Siena se mantuvieron fieles al Papa.

Experiencias místicas con la Virgen
Dos veces, en fiestas litúrgicas especiales, la Virgen le ayudó milagrosamente. Durante una Misa de año nuevo, Catalina estaba tan sobrecogida por la emoción, que cuando se puso de pie para ir a recibir comunión estuvo a punto de caer. La Virgen, con sus manos tiernas y al mismo tiempo fuertes, la sostuvo hasta que se recuperó.

Un día de la Asunción, que tradicionalmente era la fiesta mas grande del año en Siena, la ciudad de la Virgen, Catalina estaba muy enferma en cama, y deseaba intensamente por lo menos poder ver la catedral. De pronto se encontró en el atrio de la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora, y pudo caminar perfectamente y participar en la Misa solemne dedicada a la Virgen.

El niño Jesús
Catalina tenía gran devoción al Niño Jesús. Una noche de Navidad, mientras oraba con sus hermanas de la tercera orden en la Iglesia de San. Domingo, se le concedió una visión muy impresionante: La Virgen María de rodillas adorando en oración ferviente al recién nacido, el Divino Niño. Catalina estaba tan sobrecogida que suplicó humildemente a la Virgen que le permitiera cargar al Niño por un momento. Con una sonrisa afectuosa, la Virgen tomo el Niño y se lo entregó a Catalina, quien teniéndolo en sus brazos, lo beso y le susurró en el oído los nombres de todos sus seres queridos.

Poco antes de morir, en el adviento, Santa Catalina escribió estas palabras a una amiga: "Te pido, en este dulce tiempo de adviento y de la fiesta de la Navidad, que visites el pesebre donde posa el Manso Cordero. Allí encontrarás también a María, una extranjera y un exilio, en tan gran pobreza que no tiene con que vestir al Hijo de Dios, o fuego con que calentarlo....Asegúrate de recurrir siempre a la Virgen Santísima, abrazando siempre la cruz."

Las turbulencias políticas continúan
En 1378 ocurre el gran cisma de la Iglesia. Al morir Gregorio XI, el papa Urbano VI fue electo. Mas tarde muchos cardenales declararon la elección nula y eligieron un nuevo papa, Clemente VII. Con el, se fueron a Avignón.

Santa Catalina sufrió muchísimo por Jesús y su Iglesia. Escribió a los cardenales y príncipes de varios países implorándoles que reconozcan al papa Urbano y así acabar con el cisma. También escribió al mismo papa Urbano exhortándole a dominar su difícil temperamento que había sido en parte causa de la división. El papa la escuchó y le pidió ir a Roma para ayudarle a persuadir a los cismáticos. Trabajando en esa misión en Roma, la santa se enfermó y murió el 29 de abril de 1380, a la edad de treinta y tres años.

Fue enterrada en Roma, en la iglesia de Minerva, donde hoy día puede visitarse su cuerpo que yace bajo el altar tras un panel de cristal. Su cabeza está en la iglesia de Sto. Domingo en Siena, en cuya ciudad también se puede visitar su casa, ver sus instrumentos de penitencia y otras reliquias.

Para apreciar la vida de la santa, tan engalanada con dones extraordinarios, no podemos olvidar su incondicional amor a la cruz. Tuvo grandes y prolongados sufrimientos, tanto los físicos como los del corazón. Cuando se ama mucho se sufre por el amado. Ella sufría las ofensas contra Jesús, contra Su Madre, contra la Iglesia, contra los pobres. Sufría por los pecadores. Aunque muchos la admiraban, muchos también la tildaban de farsante y la hacían sufrir. Sus virtudes heroicas la hicieron victoriosa sobre sus pasiones en las pruebas mas difíciles. Es por todo esto que la debemos admirar y nos sirve de inspiración para nosotros buscar la santidad. En Santa Catalina vemos lo que Dios puede hacer con un corazón que se deja traspasar de amor por El y por la Virgen.
(En http://www.corazones.org/)

Por las casas de Olvera, Méjico

MÉXICO, Hna. María Noemí Tello. La Virgen Peregrina visita, desde hace muchos años, a las familias, los enfermos, las escuelas, los presos, etc. en muchos lugares de todo México. Este apostolado ha logrado que nuestra MTA sea muy conocida. El año pasado, en octubre, la Hna. María Noemí Tello fue enviada desde el Santuario en Querétaro "Cor Fidele Ecclesiae" con una Virgen Peregrina para enfermos.

Ella quiere compartir algunas vivencias, porque considera que es muy hermoso e impresionante lo que la Virgen significa para las personas que la reciben:

"Llevo la Virgen peregrina a nuestro vecindario, que se llama ‘Los Olvera’. Nuestro predio está en las cercanías de este pequeño lugar. Aunque nuestro Santuario ya tiene 23 años, la Virgen Peregrina nunca había estaba en "Los Olvera" para visitar a las familias o a los enfermos. La gente la recibió muy bien y se sintieron muy honrados al darle la bienvenida en sus casas".
"No he encontrada ninguna casa donde no se conozca y rece el rosario"

Los habitantes de Los Olvera son personas sencillas. La mayoría ha trabajado desde su juventud en el campo, pero ahora las nuevas generaciones laboran en grandes fábricas o se van a los Estados Unidos de Norteamérica para encontrar mejores medios de vida.

Muy pocos jóvenes pueden seguir estudios universitarios. Los padres no tienen medios para pagarlos. Así es que la mayoría también trabaja en fábricas o en el servicio doméstico.

Causa asombro que a pesar del rápido desarrollo de Querétaro, en Los Olvera todavía se mantienen las tradiciones. Por ejemplo, hasta ahora la Hermana no encontró ninguna casa donde no se conozca y rece el rosario. Siempre hay alguien que lo sabe hacer.
"Queremos acompañar a la Virgen por todas partes y rezar el rosario, porque Ella ha hecho mucho por nosotras "

Con el tiempo consiguió dos "acompañantes". Dos señoras: una se llama Doña Ventura, y vive sencillamente con su esposo en una casa muy humilde, que ni siquiera tiene una cocina moderna: usa leña y está muy conforme con esto.

La otra señora se llama Angélica. Tiene tres hijos y tres hijas. La hija mayor, de 19 años, trabaja en una fábrica a partir de las 5 de la mañana. La hija más pequeña, que tiene tres años, nació a los seis meses del embarazo y los médicos le dijeron que era imposible que pudiera vivir. A pesar de eso la Sra. Angélica rezó firmemente a la Virgen de Schoenstatt. Poco a poco la niña creció y ahora es una nena sana. La otra hija va todavía a la escuela, y para que disminuyan los costos de los estudios de su hija, los padres deben prestar todos los meses un servicio a la escuela. Por ejemplo, el mes pasado Angélica tuvo que cortar el césped todo el día.

El esposo trabaja también en una fábrica y gana por semana $750.00, que no alcanzan para vestir y alimentar a la familia. Hugo, el hijo del medio, tiene quince años y es diabético. Los padres saben que sueña con ir a la universidad.

Precisamente en esas condiciones es maravilloso sentir la fe y el amor de la gente. Ellos preparan un lugar de honor para la Virgen, de modo sencillo, pero con mucho cariño. Las dos "acompañantes" han dicho: "Hermana, queremos acompañar a la Virgen a donde vaya y rezar el rosario, porque Ella ha hecho mucho por nosotras"
Esperanza de los enfermos

Muchos se entristecen cuando la Virgen debe irse. Dicen: "Por favor traigan de nuevo a la Virgen Peregrina. Cuando Ella está puedo dormir bien". Todos los enfermos tienen mucha esperanza de que Ella los sanará y ofrecen con gusto su dolor a la Virgen. Una mujer que cuidaba a su esposo que hacía once meses que estaba en coma, dijo con tranquilidad: "Hice todo lo que pude por él, pero cuando el buen Dios se lo quiera llevar, entonces se lo entregaré. Dios sabe lo que es mejor, y si quiere que mi esposo esté más tiempo, también está bien"

Concluye la Hermana su testimonio: "semejantes declaraciones son hoy para mí como un milagro, y estoy muy agradecida que la Madre de Dios pueda abrir los corazones de tantos hijos. Puedo ver y constatar: sí, también hoy el amor y la esperanza tienen una fuerte vigencia".


Liberando a las almas del purgatorio Posted by Hello

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