Cómo llevar las malas palabras
Estas palabras fueron dirigidas por la Santísima Virgen a Santa Brígida. Ayudan a saber cómo comportarse cuando nos dirigen malas palabras. Lo seleccionamos no porque se refiera a lo más importante del mundo, sino por lo bonito que es comprobar que Ella sea tan buena maestra, sencilla, oportuna, didáctica.
Revelación XXII. Libro IV.
Lo mismo sucede espiritualmente en los corazones de muchos, que comienzan a hincharse y a hervir con la soberbia e impaciencia; y los buenos luego conocen que aquello procede, o de la inestabilidad del ánimo, ó de los movimientos de la carne, y
Pero aquellos que son mal sufridos, y que si les dicen una palabra mala, vuelven otra peor, no considerando la gloriosa paga que se da al que sufre, y cuán digno es de menosprecio el favor y reputación del mundo; estos tales incurren con sus tentaciones en una flaqueza de ánimo a causa de su impaciencia, porque se acercan demasiado a la tinaja del mosto que está hirviendo, y hacen mucho caso de palabras que se las lleva el viento.
Y así tú, hija, cuando vieres a alguno impaciente, echa un candado a tu boca con el ayuda del Señor, y guarda silencio, no pierdas por hablar con impaciencia lo bueno que has comenzado. Disimula y pasa, si fuere lícito, como si no oyeras nada, hasta que los que andan buscando ocasión de riñas, se aplaquen y acaben de declarar lo que tienen en el corazón.